Descripción
Revista mensual dedicada a la mujer que empieza a publicar desde enero de 1923 Prensa Gráfica, que en ese momento estaba ya controlada por La Papelera Española, que presidía José María de Urgoiti (1869 -1951), a cuyo grupo pertenecían otras revistas de gran tirada como Nuevo mundo (1894 -1933), Por esos mundos (1900 -1926), Mundo gráfico (1911 -1936) o La esfera (1914 -1931) y que comenzará a editar también en diciembre el semanario deportivo Aire libre (1923 -1925). En este caso se trata de una revista de lujo y gran formato, editada sobre un magnífico papel couché, que seguirá el modelo de las publicaciones parisinas dedicadas a la mujer a través de la moda y sus diseñadores. En entregas de una setentena de páginas y con una cubierta a color, combina la profusión de fotograbados (fotografías y dibujos), las páginas de publicidad y los textos de escritores conocidos. Al frente de la misma se pone como director Francisco Verdugo Landi (1874 -1959), ayudado desde París por un delegado especial: Leo Merelo. No sólo los dibujos a lápiz de Rafael de Penagos (1889 -1954) sino también las propias fotografías transformarán en sus páginas la imagen de las españolas tradicionales mitificándolas como mujeres modernas, estilizadas y cosmopolitas. Será una revista que dedicará gran espacio a la moda y a sus complementos (peluquería, joyería o arte culinario), pero también a otras actividades que se abrían a las mujeres, como era la higiene y formación física través del deporte (en este caso concreto al esquí), al diseño de los espacios o al uso del nuevo medio de locomoción: el automóvil. La revista considera a la propia mujer como una expresión artística. En sus páginas de publicidad se anunciarán desde las creaciones de la Casa Vanity Fair o Loewe hasta los salones del Hotel Palace o del Palacio de Hielo de Madrid, junto a otras inserciones de productos y establecimientos dedicados a la belleza y el estilismo. Si su primera gran foto de interior es la de la reina Victoria Eugenia, otras posteriores lo serán de otros miembros de la Familia Real y de aristócratas, pero también de actrices de teatro o de cine, como es el caso de Raquel Meller, y de estilizadas modelos, delgadas y con el cabello corto. Entre las firmas de sus textos aparecen las de Carmen de Burgos (Colombine), Enrique Gómez Carrillo, Federico García Sanchís, Eduardo Zamacois o Fanny Crosiset. La revista, cuyo ejemplar costaba tres pesetas y estaba dirigida al público de la alta burguesía y una nueva aristocracia moderna, pasará a ser quincenal a partir del 15 de marzo de 1926, pero al publicar su número 49, correspondiente al uno de enero de ese año, anuncia su suspensión durante el verano, siguiendo la norma de las grandes publicaciones europeas de la época, ya que el estío era un paréntesis en el trabajo de los modistos y los centros creadores de novedades, señalaba, a la vez que invitaba a no perder el contacto con las novedades de la moda leyendo la sección correspondiente en la revista del mismo grupo editorial: La esfera. Con toda probabilidad, no reapareció.