En escenografía, el color es esencial para la creación de ambientes que afectan la percepción del público y la atmósfera general de una producción. Los escenógrafos utilizan el color para definir el espacio, evocar épocas específicas y transmitir emociones. La iluminación también juega un papel crucial: los filtros de color pueden transformar un escenario y alterar la percepción de los colores, añadiendo profundidad y dinamismo a la escenografía. La capacidad de manipular el color en la escenografía permite a los artistas diseñar entornos que influyen en la interpretación y la experiencia emocional del público.
En esta actividad, vais a diseñar y elaborar fondos para un teatro de guiñol utilizando vuestros conocimientos sobre el color de forma que conseguiréis crear las atmósferas necesarias para contar un cuento tradicional. ¿Comenzamos?