En esta actividad, el ritmo se convierte en el hilo conductor para crear música sin necesidad de instrumentos tradicionales. A través de dinámicas lúdicas, los participantes descubrirán las figuras rítmicas básicas utilizando su cuerpo, la voz y objetos cotidianos para experimentar el pulso, el tempo y la coordinación grupal.
Una experiencia musical completa que no solo acerca los conceptos básicos del ritmo, sino que también potencia la creatividad, la colaboración y la expresión artística desde un enfoque práctico y accesible para todos.
Estructura de la sesión (2h)
Actividades tutorizadas
Presentación de las bases del ritmo y las figuras rítmicas mediante ejemplos sencillos y sonidos corporales. Se conecta con músicas actuales para captar la atención del grupo.
Juego participativo en el que los participantes imitan ritmos marcados por el facilitador o sus compañeros, fomentando la escucha activa y la coordinación.
A partir de frases cotidianas, se descubre su ritmo natural y se representa con palmas o percusión corporal, relacionando lenguaje y música.
Los equipos crean una secuencia rítmica utilizando objetos del aula, trabajando la creatividad, la memorización y el trabajo colaborativo. Después comparten sus ritmos con los demás y opcionalmente los integran en una creación final común.
Espacio final para verbalizar aprendizajes, sensaciones y dificultades vividas durante el taller.

Ejemplos de puesta en práctica
Experiencias compartidas
- Secuencias didácticas
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