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Paso 3: Elaboración del retrato del protagonista

El retrato es la descripción de una persona o personaje efectuada por un observador por medio de la palabra. En el retrato, el observador elige rasgos físicos y de personalidad de la persona, a los que les asigna cualidades. Para realizar un retrato, el observador puede centrarse en una parte del cuerpo, en una posición determinada o bien puede hacer un retrato de cuerpo entero; puede detenerse o no en características de la vestimenta, y establecer relaciones entre el aspecto físico y la personalidad del retratado. Asimismo, puede relacionar en mayor o menor medida al personaje con el medio en que se encuentra.

Cuando nos presentan a una persona, solemos acordarnos de los detalles que la hacen diferente. Por ejemplo, no nos fijamos en si tiene el pelo castaño natural pero sí si tiene el pelo teñido de algún color llamativo, como verde o azul. Lo mismo ocurre si tuviera un parche en un ojo ya que, a menos que seamos piratas, será algo que no estaremos acostumbrados a ver. Y si es una persona sin ningún rasgo llamativo en particular, es probable que nos fijemos en cómo tiene la piel, cómo va peinado o si es calva, si tiene los ojos juntos o separados, algún detalle al vestir o incluso en la manera de andar (si cojea, si da pasos largos…).

Cuando elaboremos el retrato de nuestro protagonista es conveniente describir, en primer lugar, aquellos aspectos más característicos, que más chocan y que son lo primero que se ve a simple vista. Los aspectos y detalles más comunes e irrelevantes pueden omitirse o mencionarse de pasada como algo circunstancial.

“El recién venido era un viejo, pero su gran estatura y estirado aspecto no le hubiera hecho parecer tal desde lejos. La ajustada levita y el pantalón ceñido a sus botas, el alto cuello y gran corbata negra pertenecían a otra época, a pesar de que estaban recién hechos. Los largos puños de hilo alrededor de su muñeca estaban bordados; el chaleco, de dos filas, era de terciopelo gris, adornado con botones de oro. Parecía haber salido de un daguerrotipo. Llevaba un alto sombrero de copa en la enguantada  mano -un sombrero de pelo reluciente-, y en la otra un bastón con contera de oro. La cara, de profundas líneas, tenía gesto benévolo y afable.”

"El vengador", Edgar Wallace (1875-1932)

Con las indicaciones que os ha dado vuestro profesor o profesora (tiempo, número de palabras…) y con las características que habéis seleccionado para vuestro personaje principal, de forma individual, realizad un retrato del protagonista.

Una vez acabado, poned en común vuestros retratos en el grupo, y terminad de tomar decisiones sobre el personaje. 

Podéis utilizar la rúbrica que os facilitará vuestro profesor para comprobar que tenéis en cuenta todos los aspectos importantes, o también utilizar la siguiente rúbrica del Proyecto Crea, de la Junta de Extremadura.

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