Cristina de Suecia (1626-1689) rompió todas las expectativas de su tiempo. Hija del rey Gustavo II Adolfo, fue educada como un monarca en lugar de una princesa, destacando por su intelecto y su rechazo a los roles tradicionales de género. Su desinterés por el matrimonio y su comportamiento poco convencional escandalizaron a la corte, que la consideraba excéntrica e inestable.
En 1654, sorprendió al mundo al abdicar del trono, convertirse al catolicismo en un país luterano y trasladarse a Roma, donde llevó una vida bohemia, rodeada de filósofos y artistas. Su vestimenta masculina, sus amistades polémicas y su desdén por las normas sociales la hicieron blanco de rumores sobre su cordura.
[Imagen: Retrato de Cristina de Suecia]
Para algunos, fue una monarca inestable y caprichosa; para otros, una mujer que se atrevió a desafiar su destino en una época que no perdonaba a quienes se salían de la norma. ¿Fue Cristina de Suecia una loca o simplemente alguien demasiado libre para su tiempo?