Como hemos visto a lo largo de esta guía, históricamente la percepción de la "locura" ha estado cargada de estigmas y malentendidos. Lo que antes se consideraba un estado de descontrol y desajuste con la sociedad, con el tiempo ha sido abordado desde un enfoque médico y psicológico. La locura pasó de ser vista como un castigo divino o un castigo social, a ser reconocida como un trastorno de la salud mental, sujeto a tratamiento. El concepto de enfermedad mental ha evolucionado para ser entendido no solo como un desequilibrio químico o psicológico, sino también como el resultado de múltiples factores, incluidos los genéticos, sociales y ambientales.
Este cambio ha permitido que la salud mental se haya integrado en el ámbito sanitario, y que los trastornos mentales sean diagnosticados y tratados de manera más profesional y científica. Sin embargo, a pesar de los avances, la estigmatización sigue siendo un reto importante en la sociedad actual.