La salud mental ha sido reconocida en los últimos años como un derecho humano fundamental, promovido por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS). En este contexto, la OMS establece que "la salud mental es un derecho humano universal", lo que implica que todas las personas, sin importar su origen, género o nivel económico, deberían tener acceso a servicios de salud mental adecuados. Este enfoque busca no solo mejorar la calidad de vida de las personas que padecen trastornos mentales, sino también prevenirlos, promoviendo el bienestar psicológico en general.
El Día Mundial de la Salud Mental, celebrado el 10 de octubre, es una fecha clave para reflexionar sobre estos derechos y para fomentar la sensibilización sobre la importancia de cuidar la salud mental en la sociedad global. Este día busca reducir el estigma asociado con los trastornos mentales, visibilizar su impacto y abogar por un sistema de atención integral y accesible para todos.